Sólo quería ser escritora.

Cuando inicié este blog años atrás no tenía idea que escribiría "cursilerías". Todo lo contrario, inicié escribiendo historias de fantasía, algunas cosas bizarras que al fin de cuentas ni yo misma entendía, pero tomé un rumbo diferente. En algunas ocasiones, estando todavía en el colegio, dejaba de escribir y abandonaba temporalmente el blog, por cuestiones de proyectos o exámenes. Eso no cambió mucho al entrar a la universidad porque tenía momentos que también abandonaba el blog, esta vez, por cuestiones de proyectos o exámenes....a escala mayor.

Y se nota...se notan los cambios que he tomado, tanto en la forma de pensar como en la forma de vivir. Plasmar los escritos es una demostración de que tan ocupada va la mente, o en qué va ocupada la mente. Los pensamientos son el reflejo del alma. Que ojos ni que cosas, los ojos no son el "espejo" del alma. Quien dijo eso no aprovechaba sus pensamientos.

Escribimos para liberar una capa de nuestro ser. Esa libertad de expresar eso que nos invade mediante historias, fábulas, poemas, es una libertad implacable. Un escrito llega más sincero que un mensaje oral. Un mensaje oral se distorciona en el camino, mi escrito no.

Cuando era niña, mi deseo era ser escritora, y no como los demás que escogían como profesiones doctor, abogado, profesor. Me había inclinado por la lectura y la escritura, y mirame aquí, "diseñando" estructuras. Tomo la escritura como un hobbie, como un desahogo. Mas que la música es una de las razones por las que mi imaginación se abre al cosmos.




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