Cuando te miro con nostalgia

Cuando me pides que te ayude en las mañanas a elegir la ropa y maquillarte me entran unos nervios, no estoy acostumbrada a maquillar a alguien más que no sea yo. Cuando me acerco a tu rostro no encuentro como empezar. Temo ser brusca y lastimar tu piel. Esa piel tan triste.

Imagen extraía de internet. No propiedad
Con tus ojos cerrados esperando por mí, y yo frente a unos párpados cansados y unas bolsas de ojeras, me pregunto cuanto he contribuido para formar ese nuevo rostro, cansado de dar solo para otros. 

De esta no me salvo, se que gran parte de la culpa ha sido mía. ¿Habrás dormido mal por mi?¿Habrás llorado por mí? ¿Te habré hecho llorar con palabras innecesarias que salen al azar? ¿Habrás llorado por verme llorar? ¿Dormiste mal por pensar en cómo estoy, en si esta noche dormí o llore? ¿por preocuparte por mi? Sí, Sí, Sí y Sí.


Si me preguntan cuantas decepciones he causado no sabría responder, pero sé que mas de una habrán sido. Solo sé que estoy de pie frente a ti, viendo como te me pones viejita. Cansada y viejita. Colocar sombra de ojos y polvo en tu piel nunca había sido tan díficil, como si no se quedaran impregnadas. 

Mis ojos, viendo el estruendo causado, queriendo llorar de nostalgia, conteniendome; queriendo traspasar esos años llenos de trabajo hacia mí, tu cuerpo no debería aguantar tanto  nudo. Anda, dame un poco de ese peso, ya tus manos no son las mismas, tus ojos no ríen igual. ¿Cómo dejé que esto pasara?

Mi vieja, mi querida vieja, tanto temía fallarte y me doy cuenta que ya lo había hecho. Permití que te desgastes por mí y por tu familia y que la vida te pasara por encima. Ahora que te veo, aquí frente mío, estás frágil, liviana|ligera|delicada, te veo como una copa fabricada con el cristal mas fino. 

No quiero que te caigas, no quiero dejarte caer, querida madre. 

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