Querido Julio... La encrucijada del tiempo

Querido Julio:

Han pasado dos años de clásicas tormentas que algún día fueron lluvias de café. No obstante, he cumplido viajar sobre alfombras de hojas de otoño en verano. Sentirme bien conmigo misma como si no se tratara de algo común. He viajado del futuro para decirte que estoy bien, y que el presente no es más que un anticipo de lo que viene.


El buñuelo de mentiras que una vez amenazaron con cesar y resurgir de la profundidad de sus tumbas, esta vez no acapara mi atención.

Nadie puede estar bien con Dios y con el Diablo, pero ahí van, creyendo que todo estará bien sabiendo que no es así.
Ya nadie quiere elegir.
Las cosas no se olvidan, las heridas sanan y dejan cicatrices,
Preguntas por qué ya no, pero no miras lo que te rodea. Ahí está la respuesta.

Desde aquella que vez que no fui prioridad, y que no me defendieron debí entender que mi destino no era estar ahí, que ese lugar lo ocupaba otra persona, a quien defendían con puños y garras.

Nunca terminamos de conocer a alguien. Nunca nadie cambia


Adiós Julio.

Comentarios