Fracasos inoportunos

Iba subiendo rápidamente las escaleras de su piso en Hamilton. Era un ángel del cielo. Su presencia hacían voltear miradas, esbelta, tenaz, era como un cielo de las 6 am: todos se deslumbran al contemplarlo. Así de perfecta era y así de proporcional era el caos en su mente. 

Tantas cosas por hacer y tiempo del que carecía. Se había ido de casa unos meses atrás y todavía no se estabilizaba en la ciudad. Trabajos van y trabajos vienen en los que no puede equilibrarse. Curriculums depositados y entrevistas fracasadas. No podía volver, lo hecho estaba hecho. Y como si fuera poco su estado financiero estaba disminuyendo. 

Su nombre era Elizabeth.
Elizabeth no se permitiría fracasar mas. Ya había perdido mucho, cosas que nunca pesaba perdería. Cosas que son difíciles de recuperar. La confianza de sus padres por ejemplo. El orgullo que sentían ellos hacia ella. Amistades, amores, y hasta los mismos enemigos. Dejó todo atras buscando nuevo mundo. Creía que comenzar de cero la haría ser una mujer 10 y no una 6 como se calificaba.
Se veía caer. Se veía fracasar diario, desde que despertaba de vanas pesadillas hasta que regresaba a casa agotada despues de un día fallido.

Pronto tendria que dejar Hamilton, ya no lo podría pagar si seguía con aquella tan mala suerte. No podía más, ya no podía seguir. Pero aunque tuviera ganas de renunciar habia una pequeña gota de esperanza dentro de ella...muy en el fondo. 


Sabía que tumbarse en el pavimento y contemplar el cielo despejado no era la solución. 

Comentarios