Una mirada fija

No apruebo la idea de juzgar a las personas sin conocerlas mucho mejor. Sí, soy humana y he hecho críticas hasta de miles de desconocidos, formulando un patrón de normas en cada quien sin saber que hace en la vida. Inicio con esto para contarles lo que me sucedió ayer en la tarde en el metro. Un día normal: iba caminando, quejándome del ¨hermoso y radiante¨Sol que hacía a las 2 de la tarde, maldiciendo a la gente que anda por la vida como si están obligados a vivir, llego al metro, espero... Durante la espera, con mis audífonos puestos, música a todo volumen para desconectarme de la sociedad. Luego aparece esta chica, vestía normal, un simple t-shirt color rosa y un pantalón negro. No recuerdo sus zapatos como eran, pero lo importante no era su ropa. Me fijé en su ropa luego de que se acercó a mi detenidamente, yo no me había percatado que estaba a mi lado, esperaba el tren impacientemente, hasta que sentí esta presencia incomoda, su mirada. Estaba muy cerca de mi, tanto como si andábamos juntas y me diría algo. Sus ojos color miel llamaron mi atención rápidamente, era como si quería decir algo. Y a pesar de que la mire directo a los ojos tampoco dejó de mirarme. Sus ojos me vencieron y quite la mirada primero tratando de evadirla. Fue en cuestión de segundos pero el recuerdo es tan vivo que cada detalle tiene su momento. Y simplemente, se fue. Se fue sin decir nada, solo se alejó. Llegó el tren al que subiría y solo me quede pensando en que quizás me miraba así porque me conocía o algo así. En fin, me siento y al levantar mi cabeza ella esta ahí,en frente mio. Trataba de mirarla a ver si la conocía de algún lado pero tenia esta clase de miedo encima, su mirada me aterró. A mi lado estaba sentado un chico que al parecer tenía problemas o se sentía incomodo, pasaba sus manos por la cabeza y tapaba con sus manos su cara. A mi derecha había un señor vestido con ropas en malas condiciones, sucia, harapientas. Fue en ese momento cuando me dí cuenta que me sentía de lo más incomoda, sentí que algo pasaría, la tensión era fuerte, y no sabía porqué. Para culminar con esto, antes de bajarme del tren, noté como la chica esta de mirada extraña, se acercó mas de la muchacha que estaba a su lado, y la miro fijamente, justo como me miro a mi minutos antes. Fue lo más extraño que me pudo haber pasado. En su mochila se veía un frasco de pastillas pero no pude leer que decían. Y volviendo a lo que les decía al inicio, sobre no juzgar, en este caso no sabría si juzgar o no, pero esa sensación que se me quedó luego de lo sucedido solo me hizo pensar: La sociedad está mas llena de locos que de cuerdos y por eso no avanzamos.

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