Lecciones de vida

Aprendí por cuenta propia que no se retiene a nadie de ninguna manera. Que quien quiera estar se queda como sea. Aprendí que no siempre hay que tener razón y que si se tiene, tampoco es bueno dejarlo saber, hay cosas que se dejan pasar. Aprendí a hacerme la loca.
Pero lo que mejor aprendí y lo que mejor me sirvió es a estar conmigo, a apoyarme en mis decaídas, a autoconsolarme y sobre todo a decirme que todo estará bien. Y así es, todo está bien, dentro de lo que cabe, pero lo está. Aprendí a escuchar y a callar de opiniones o consejos que nadie pide, que no importa cuanto quieras solucionar si los demás no quieren. Que la música también se disfruta sin bailar y que mi tolerancia y paciencia pueden acabar. Aprendí a decir que estoy bien cuando en realidad no lo estaba, y a comer aún cuando no me gustaba el almuerzo.

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