Adiós Julio. Nos vemos pronto.

Querido Julio:

Ultimo día de tu visita.
No te pienso extrañar. Punto.
¿Qué mal has hecho en mí como para que prefiera afrontar la llegada de Agosto a como de lugar?
No me hiciste bien, y tus cálidos abrazos se convirtieron en sudorosos momentos de inquietud. Tenía expectativas y a lo mejor fui yo quien lo arruinó con esas ideas, por esperar que seas un bonito mes a sabiendas que no era lo que me ofrecerías. Que mal te portaste conmigo, Julio.

Me esta costando acostumbrarme a inflexiones, lugares, personas, actitudes. Me está costando la vida y sobre todo el tiempo. Sé que debo seguir hasta donde quiero llegar, pero no encuentro la debida ayuda ni motivación. Sí Julio, ya sé que hay cosas que se deben hacer por mí y para mí. Pero que bonito cuando los humanos se unen por buenas causas. Tampoco estaba esperando a que tu me ayudes, Julio. En treinta y un día no podría hacer lo que no he hecho en años. 

¿Podrías reevaluar lo bueno y lo malo? 
Este año no nos fue muy bien juntos, Julio. Pero me queda esperanza  para el próximo año. Prometeme que lo harás bien. 
Por favor, Julio, cuidate y regresa pronto. 

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