Querido Julio:
Espero encontrar un poquito de paz en ti, por eso te escribo cada día. O al menos eso intento; siendo lo mas sincera que puedo.
Los viajes en tren son entretenidos: interpretar los rostros y las miradas de la gente que regresa cansada a sus hogares, los que quedan en el otro lado del andén cabizbajos mirando hacia los rieles. Los que van solos, escuchando música encerrados en su propio mundo, y los que van acompañados sin cerrar la boca parloteando hasta de lo que desayunaron. Los amantes sonrientes y los amargados que no se dejan ver los dientes.
Y luego estoy yo. La espectadora. La que no se incluye en ninguno de los grupos anteriores. La que es parte del montón pero "ni juntos ni reburujados".
Te prometo mejores historias, Julio.
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