Día 1, Julio

Querido Julio:

Lloviste. Y que bueno porque puedo aprovechar y quedarme en cama simulando que el clima no deja que haga nada, a sabiendas que en verdad solo quiero estar tumbada, otra vez. Como pienso en el futuro, Julio. Hasta miedo me da a veces, voy haciendo ideas que no quisiera se esfumen. Pero una idea no es más que un deseo sin un plan. Y por eso me planteo como hacer  que esas ideas se cumplan. El corrido para llegar se va poniendo largo y me asusta pero a la vez me emociono. Alguien me dijo que si lo pensaba mucho no sería capaz, y que adaptarme a mi plan en acción, por completo, sólo tomaría tres años y depende de mí como lo acepte. No es la adaptación lo que me preocupa, Julio, es el inicio de cada meta. Solo quiero volarme unos cuantos pasos y llegar, pero sé que así no funcionan las cosas.

Deseame suerte, Julio. Aquí voy a por todo.

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